¿Quién deja el tetero?

Jul 19, 2021

Dejar el tetero es un proceso que forma parte del crecimiento del ser humano y está relacionado con la maduración. Por ello, como padres, debemos apoyar a nuestros hijos con paciencia y comprensión durante el tiempo que sea necesario y además propiciar el respaldo de toda la familia para facilitar esa transición. No debemos olvidar que en la succión los niños encuentran sensaciones que les producen placer, por lo cual es recomendable hacerlo de forma gradual y enfocado en ayudar a nuestro niño a entender, de manera natural, que es hora de cambiar el tetero para poder tomar en taza. Es un paso importante porque implica crecer, “ser grande”.

Razones erróneas para no dejar el tetero

Con cierta frecuencia, he oído a los padres decir: “mi hijo necesita consumir calcio y proteínas y la única forma es a través del tetero”. El niño puede consumir estos y otros nutrientes de diferentes maneras sin tener que seguir utilizando el tetero. Puede ser que, inconscientemente, los padres no quieren que sus hijos crezcan y se independicen y lo canalizan manteniendo el uso del tetero.

También me comentan que “es más cómodo para el niño”. Considerarlo como la herramienta más fácil para alimentarlo no justifica las consecuencias negativas que el uso del tetero puede generar incluyendo que no satisface sus nuevas necesidades nutricionales ya que dejó de ser un lactante.

¿Por qué el niño debe dejar el tetero?

  • Atenta contra los buenos hábitos alimenticios pudiendo generar falta de interés por otros alimentos o disminuir la ingesta.
  • Causa caries, pudiendo producir daño no solo a los dientes que ya salieron sino también a los que están por venir.
  • Algunos especialistas consideran que el tetero en ocasiones genera otitis infantil debido a la mala posición en la que se toma.
  • Puede inducir hipotonía en la musculatura orofacial debido a que el proceso de masticación es esencial para fortalecer los músculos que intervienen en la articulación y el habla.
  • Origina alteraciones en el patrón de deglución, problemas de mordida, masticación similar a la succión, entre otras.
  • Propicia niveles bajos de hierro en la sangre al no cubrir la ingesta necesaria del mismo.
  • En algunos casos, está asociado al sobrepeso infantil.

Recomendaciones para facilitar el cambio y dejar el tetero

  • Inicia al niño en la toma de líquidos en vaso alrededor del primer año de edad. Al principio, necesitará una mano entrenada que se lo sostenga y que lo ayude a regular la cantidad de líquido a tomar pero, poco a poco, irá regulando los movimientos de sus labios para no atragantarse por el exceso de líquido y ganará la independencia necesaria para tomar por sí solo.
  • Para comenzar la transición, se pueden usar los vasitos plásticos con pico pequeño y sistema antiderrame que tienen asas apropiadas para el niño y una válvula de silicona que se activa solo cuando succiona.
  • Reduce cada día la cantidad de leche en el tetero y dásela en un vaso. El niño deberá estar tomando en promedio 120 ml (cuatro onzas) de la taza antes de que tu decidas retirar completamente el tetero.
  • Al inicio, sustituye el tetero por una taza en una comida y una vez que tu hijo se haya acostumbrado a eso, haz lo mismo en otra comida.
  • Elogia a tu hijo cada vez que tome de la taza y no del tetero, de esta manera se esforzará cada vez más por realizar lo que tu le pides.
  • No permitas que deambule por toda la casa con el tetero a cuestas. Insiste en que lo tome sentado y felicita las primeras aproximaciones, fomenta el hábito de comer en la mesa.
  • Ofrece la taza o el vaso en lugar del tetero en todas las comidas que se realicen entre horas.
  • Establece un horario de comidas sólidas para evitar el uso del tetero que podría provocar la pérdida del apetito o la sobrealimentación.
  • Utiliza la leche como complemento en la ingesta de alimentos sólidos, de la comida fuerte y así puedes espaciar la toma del tetero.
  • Trata de eliminar el tetero de la noche, no se lo ofrezcas al momento de acostarlo. Dale un objeto de transición como su cobija o peluche favorito. Los sustitutos que utilice son importantes para que no sienta que “le están quitando su bien querido” sino que está en una etapa en la que puede descubrir opciones que lo entusiasmen y eso dependerá de la ayuda de los padres.
  • Si a la hora de dormir tu hijo todavía necesita del tetero y que lo mezan, sustituye la leche por agua. Dale al niño una taza de agua antes de mecerlo. Le estarás diciendo que obtendrá su recompensa de ser mecido luego de que haya tomado el agua en la taza.
  • No utilices el tetero como método para calmarlo. Si necesita tranquilizarse, ofrécele a beber pequeños sorbos del vaso o la taza. Más adelante, le enseñarás otras formas de recuperar la calma.
  • Evita los comentarios negativos tales como: “actúas como un bebé” o “tus amigos se reirán de ti” por su incapacidad de dejar el tetero, esto solo entorpece el proceso y aumenta la ansiedad del pequeño.
  • Anímalo y felicítalo verbal y físicamente por cada pequeño logro, manifiesta tu alegría dándole muchos besos y abrazos cuando él deje el tetero. Cuéntale con orgullo a los demás miembros de la familia el progreso del niño.
  • Procura que el retiro del tetero no coincida con otro acontecimiento importante, por ejemplo que esté enfermo, que haya perdido algo de su agrado o con la llegada de un hermanito.

El éxito del retiro del tetero dependerá de la constancia en el entrenamiento. Recuerda que es una tarea gradual que requiere paciencia, no se lo quites de golpe, ensaya día a día lo que deseas conseguir y lograrás que sea una situación novedosa y positiva para tu niño.

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